Comienza una nueva trilogía de Sarah Lark.
Volvemos a viajar al continente australiano, a la Nueva Zelanda del siglo XIX. Cuando se empezaba a poblar el país con los colonos del viejo continente como en las anteriores sagas...Pero a diferencia de las anteriores, no son originarios de Inglaterra o Irlanda y tampoco son presidiarios...esta vez son comunidades protestantes con el único deseo de formar o crear una gran familia en su nuevo hogar.
Entre ellos se encuentra Ida, dentro de una familia que no la deja ser ella misma y que la obliga a seguir las normas de la comunidad, se debe casar con un vecino al que no ama, trabajará en una tierra que nunca será suya....Conocerá a Cat, una joven que siempre pudo decidir su futuro que ha vivido muchas experiencias. Dos persona tan diferentes pero que el destino las unirá para siempre.
Ya tenía ganas de volver a leer las novelas de Sarah Lark, que cada novela que escribe se va superando y nos va enganchando cada vez más. Esperando a leer la siguiente novela en cuanto caiga en mis manos.
Volvemos a viajar al continente australiano, a la Nueva Zelanda del siglo XIX. Cuando se empezaba a poblar el país con los colonos del viejo continente como en las anteriores sagas...Pero a diferencia de las anteriores, no son originarios de Inglaterra o Irlanda y tampoco son presidiarios...esta vez son comunidades protestantes con el único deseo de formar o crear una gran familia en su nuevo hogar.
Entre ellos se encuentra Ida, dentro de una familia que no la deja ser ella misma y que la obliga a seguir las normas de la comunidad, se debe casar con un vecino al que no ama, trabajará en una tierra que nunca será suya....Conocerá a Cat, una joven que siempre pudo decidir su futuro que ha vivido muchas experiencias. Dos persona tan diferentes pero que el destino las unirá para siempre.
Ya tenía ganas de volver a leer las novelas de Sarah Lark, que cada novela que escribe se va superando y nos va enganchando cada vez más. Esperando a leer la siguiente novela en cuanto caiga en mis manos.