Obligado acepta el trabajo, a regañadientes acompaña al jugador y al entrenador a todo los lados, será como una sombra y además una especie de espia para el amigo de su mujer. Lo que nadie se esperaba era el cambio que se venia encima, de amante de las letras a apasionado del fútbol y con una ambición, medrar dentro de las estructuras de un club que en 2020 quiere volver a recuperar la época dorada de un pasado no muy lejano.
Una vez leida te confirma que el mundo del fútbol ya no es un deporte, es una empresa con sus luchas por el poder. Cosa que ya se sabe, no?
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